Introducción:
La gran mayoría de los desechos en las granjas de producción porcina son biodegradables ya que son biomasas que son útiles para diversas actividades productivas y tienen una conocida relevancia en la agronomía (BM Editores SA, 2020). Estos desechos tienen una alta capacidad contaminante, pueden contaminar las aguas superficiales así como aguas subterráneas, el suelo y el aire (mediante emisiones de gases nocivos y olores desagradables). (Hernández Marianela, 2018)
De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas: “Para la Alimentación y la Agricultura (FAO), las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) asociadas a las cadenas productivas de la ganadería ascienden al 14,5 % de todas las emisiones de GEI de origen humano.”
Según el organismo internacional: “Un mayor uso de las tecnologías poco utilizadas actualmente, como generadores de biogás y dispositivos de ahorro de energía, podría ayudar al sector ganadero mundial a reducir su producción de gases causantes del calentamiento global hasta en 30 %.”
Es aquí donde vemos la importancia de crear sistemas que faciliten los fines de la tecnología, sin afectar al medio ambiente, señalando al biodigestor como el principal procesador de desechos orgánicos. (Sánchez Maira, 2020)